Según el último barómetro de la Organización Mundial de Turismo (OMT), durante los ocho primeros meses del año 2007 los desplazamientos de turistas por todo el planeta han crecido un 5,6% respecto al año 2006, alcanzando así la cifra de 610 millones de viajeros. En cuanto a las previsiones para lo que resta de año, la OMT estima que finalizará con un total de 900 millones de desplazamientos, registrando así un crecimiento interanual del 5,7%.
Aunque el crecimiento ha sido constante, el mes que ha registrado el aumento de la llegada de turistas más significativo ha sido marzo, en el que, gracias a la Semana Santa, se ha experimentado un crecimiento global del 9%. También hay que destacar los datos favorables de la temporada alta, julio y agosto, en los que, con aumentos superiores al 5%, se ha sobrepasado por primera vez la cifra de 100 millones de desplazamientos en cada mes.
Por otro lado, el crecimiento ha sido heterogéneo según los continentes de destino. Las regiones más maduras, como Europa y América han mostrado los ritmos más moderados, experimentando un incremento del 4%. En cambio, los destinos emergentes de Asia, África y Oriente Medio han sido los que han registrado los mayores aumentos. Asia ha llegado a acumular un incremento del 10% en el mes de agosto, mientras que Oriente Medio y África han aumentado la llegada de turistas en un 8%.
En cuanto a los principales países emisores de turistas hay que destacar los aumentos registrados en Alemania, Estados Unidos y Reino Unido, con un 6%, 4% y 4%, respectivamente. Por otro lado, entre los mercados maduros cabe destacar el crecimiento de España e Italia, que, con un 9% cada uno, muestran los mayores aumentos.
Uno de los aspectos que ha impulsado los desplazamientos de turistas a nivel mundial ha sido la inversión turística de algunas regiones. Por ejemplo, el gasto de países emergentes, como Brasil, Argentina, la República de Corea y Rusia, se ha incrementado en más de un 2%. Este aumento del gasto internacional en Turismo puede haber sido consecuencia de la buena situación de la economía mundial, que se ha plasmado en un notable incremento del PIB en los mercados emergentes.









