Asimismo, han demostrado una adecuada política de control y ahorro de materias primas, así como una correcta reducción en los consumos de energía y de agua y una minimización de los residuos.
El Palacio Euskalduna había recibido ya en 2005 esta certificación tras la implantación y desarrollo de los procedimientos necesarios para lograr un uso racional del consumo de recursos y reducir la generación de residuos en su actividad. Por su parte, el Kursaal ha implantado desde hace un año el programa de gestión ambiental que le ha permitido un ahorro de agua del 62%, de electricidad del 16% y de papel del 41%.








