Díaz afirma que las sedes singulares son el lugar idóneo para las presentaciones de productos, ya que "son excepcionales marcos que realzan el perseguido impacto del evento". "Obviamente, para su aprovechamiento y para ser competitivas en el mercado, las sedes especiales deben estar gestionadas y promocionadas con criterios de profesionalidad y calidad, además de dotarse de los necesarios recursos técnicos y humanos", añade el gerente del TCB.
En cualquier caso, finaliza Díaz, "las sedes especiales deben considerarse como el complemento perfecto a la imprescindible oferta de los palacios de congresos y salas de hotel y, en consecuencia, como una fortaleza más de la oferta congresual de un destino".
En el caso de Toledo, muchos de los organizadores de las reuniones que se celebran en la ciudad piden "expresamente" que se celebre en una sede singular. El manual de congresos del TCB recoge 26 espacios para celebrar reuniones (excluidas las salas de los hoteles), de los cuales 18 son sedes singulares.









