Que la desaceleración económica acusada a nivel internacional también afecta al Sector Turístico, es una realidad. Y por extensión, a las agencias de viajes. No en vano, se prevé que alrededor de un 5% (medio millar) de las minoristas que existen en la actualidad "se ven obligadas a cerrar durante el presente año", según prevé el presidente del Grupo AIRMET, Juan José Oliván. Es en este panorama, donde las franquiciadas se convierten en objetio deseo por ser un segmento "atractivo, rentable y fácil de desarrollar", incluso en tiempos de crisis.
Sin embargo, la agencia franquiciada está obligada a ceder en torno al 2% de sus ingresos al franquiciador. "Si tenemos en cuenta que, el margen de una agencia se sitúa en torno al 1,2%, las franquicias no son un negocio rentable, y menos ahora", asegura el presidente del Grupo GEA, Prisciliano Fernández. Además, se plantea también una contradicción. "Abrir más agencias en tiempos de desaceleración es perjudicial para el propio Sector, ya que contribuye a saturar el propio mercado", perjudicando a las más débiles. De las franquiciadas actuales, "al final sobrevivirán sólo las más fuertes", asegura Fernández.
‘Guerra abierta’ para captar franquicias
Es por ello que desde una parte del Sector se asegura que "se ha declarado una guerra abierta para atraer puntos de venta franquiciados". Ya no se trata tanto de abrir nuevas, sino de atraer franquicias que ya existen hacia la propia compañía. "Nosotros hemos recibido una oferta directa por parte de un importante grupo vertical para que nos fuésemos con ellos", afirma a este diario el director comercial de la franquiciadora Almeida Viajes, Antonio Martínez. En el lado opuesto estaría Viajes Ecuador, que, como explica su director general, Carlos Suárez, estima que "de las 50 agencias que hemos previsto incorporar en 2008, alrededor de la mitad provendrán de otros franquiciados". No obstante, Suárez se justifica afirmando que "son los propios franquiciados quienes deciden moverse y venir hacia nosotros, por la exclusividad y las garantías que ofrecemos".
En esta misma línea, el presidente del Grupo GEA señala que "aunque somos conscientes de que existe esta tendencia —de captar agencias de unos grupos a otros—, consideramos deshonesto ofrecer una franquicia a sabiendas de que no va a ser rentable". Es por ello que "en GEA no admitimos a ningún nuevo miembro si no existen garantías de rentabilidad para su negocio", concluye Prisciliano Fernández.










