"No cuesta más dinero desarrollar una oferta hotelera para todos, sólo hay que pensar en ello", explica a este Diario la responsable del albergue Inout Hostel, María José Pujol, un establecimiento situado en Barcelona y que inició su actividad en 2005 con el propósito de trabajar en la integración de personas con discapacidad y ofrecer una oferta hotelera "accesible para cualquier cliente". Se trata del único alojamiento en Europa que emplea ‘cara al público’ a personas con este tipo de problemas.
Para la Confederación Española de Hoteles, su respaldo no es a "un proyecto de futuro, sino a una realidad consolidada". Un hecho que permite ejercer la actividad hotelera y al mismo tiempo "integrar profesionalmente a personas que tienen dificultades de desarrollo laboral", como explican desde CEHAT.
Según los responsables del Inout Hostel, la respuesta de los clientes "ha sido y sigue siendo muy positiva, teniendo un porcentaje de repetidores superior a los del mismo segmento". Sin embargo, aunque en la actualidad el nivel de ocupación supera el 70%, -principalmente clientes jóvenes y ‘mochileros’, al tratarse de un albergue-, los inicios fueron "duros". "En el año 2005 y 2006 perdimos mucho dinero" recuerda Pujol, aunque gracias a la buena acogida de la clientela "ya está dando una cuenta de resultados equilibrados" señala la responsable del alojamiento a NEXOHOTEL.
CEHAT: ‘Los empresarios deberían tomar nota de esta iniciativa’
El albergue cuenta con tres edificios, dos de ellos a pleno funcionamiento y un tercero a la espera de "encontrar financiación para los casi 600.000 euros previstos", apunta Pujol. Dispone de 166 camas y sus instalaciones están adaptadas a cualquier tipo de discapacidad. Asimismo, su localización, en pleno parque natural de Collserola, en Barcelona, permite que este complejo de 25.000 metros cuadrados pueda albergar actividades urbanas y ambientales "como ningún otro lugar de la ciudad Condal".
Según los responsables de ‘Inout’, este tipo de proyectos evidencian, "no sólo que no existe ningún tipo de rechazo a este colectivo en la opinión pública, sino que muy al contrario ésta percibe tal iniciativa como un valor añadido al servicio que se ofrece". Por su parte, desde CEHAT se recuerda que "los empresarios españoles deberían tomar nota de la evolución de esta esperanzadora iniciativa".
El proyecto está auspiciado por por Icaria Iniciatives Socials, una entidad privada sin ánimo de lucro, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y varias fundaciones privadas y obras sociales.









