Aunque Internet se ha convertido en el gran medio de referencia para la mayoría de los encuestados, las agencias de viajes conservan una cuota alta ya que el 50% de los turistas afirma que acude a sus servicios para reservar habitación, un porcentaje que en el caso del Reino Unido se reduce al 20%.
Respecto a la organización del viaje, según el informe, la Red sigue siendo el canal preferido por encima de las agencias de viajes, las recomendaciones de amigos o los libros de viajes, aunque el 47% de holandeses e italianos acuden a estas guías como fuente de consulta. En total, son los españoles e italianos quienes dedican más tiempo a esta tarea —entre 11 y 13 horas— frente al resto de europeos que emplean entre 8 y 9 horas.
Por otro lado, la mayoría de los turistas se informa previamente antes de acudir al destino sobre actividades culturales y excursiones aunque los británicos y los holandeses dan más importancia a los restaurantes y los acontecimientos especiales. Los italianos, por su parte, dan preferencia a la información sobre locales de ocio mientras que los españoles se decantan por los espectáculos existentes. En el otro extremo se sitúan los viajeros procedentes de Holanda, de los cuales, el 15% no consulta información de ningún tipo.
En el caso del tiempo empleado en viajar durante el año, la media se sitúa en 10 días, con los españoles e italianos en cabeza con 13 y 11 días respectivamente. En cuanto a los días de viaje por trabajo, la media es de 5 días al año, siendo los italianos con 8 y los alemanes con 4 los que se sitúan en los extremos.
Por épocas del año, en el informe se recoge que es en verano cuando más se viaja seguido de los fines de semana, mientras que los puentes son aprovechados por británicos y alemanes —con resultados por encima del 86%— y las fechas navideñas por italianos y españoles, con un 53% y 44% respectivamente.
Comportamientos parecidos
El informe refleja "notables similitudes entre las costumbre de los viajeros de diferentes países" y "coincidencias significativas" de tal manera que los españoles e italianos son los que más tiempo dedican a organizar sus desplazamientos y son los más exigentes a la hora de reservar y evaluar la comodidad de un hotel y el equipamiento de una habitación.
Por su parte, los ingleses y holandeses dan menos importancia a los pequeños detalles, tienen menos interés en los servicios extra de un establecimiento y dan más importancia a cuestiones prácticas como el acceso a Internet mediante WiFi, la oferta de minibar o el tipo de cama. Finalmente, los alemanes son los que mejor representan al viajero medio europeo.
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