Estas mejoras, traducidas a un importe económico, supondrán 25.800 euros menos al año en gasto en concepto de energía, por lo que, si bien la inversión inicial supera los 54.000 euros, ésta se amortizaría en un plazo de dos años y tendría como consecuencia que las instalaciones dejarían de emitir 65 toneladas de C02 al año.
Entre las medidas se encuentran la sustitución de blastos electromagnéticos por otros electrónicos en los fluorescentes, cambio de halógenos obsoletos por otros más eficientes en zonas comunes y la instalación de relojes astronómicos y bastos de doble nivel que regulen el horario y la intensidad de la iluminación de las lámparas exteriores. También se plantea la mejora de la eficiencia en el consumo de agua en grifos y duchas con la instalación de perlizadores, así como cambios en la tarifa de la factura de la luz que supondrían un importante ahorro para el establecimiento.








