Marsans ha cerrado un acuerdo con el Gobierno argentino para la venta de Aerolíneas Argentinas y Austral. Ésta supone el traspaso accionarial de ambas compañías aéreas al Ejecutivo argentino, aunque para ello, tendrán que presentar la documentación de la operación mercantil, documentos e informes parciales, no antes de 60 días a partir de ayer.
Pasado ese tiempo, se procederá a calibrar la deuda y se establecerá un precio de compra-venta de la compañía aérea, así como las fórmulas de pago de la misma. En este sentido, el grupo turístico se ha mostrado "bastante satisfecho", ya que al utilizarse una fórmula mercantil para el desarrollo de la operación, Marsans evita entrar en una batalla legal, que podría llevar por caminos "no mercantiles". En este sentido, el Gobierno argentino ya amenazó al grupo español con intervenir en la compañía aérea.
Marsans ya había cerrado el pasado mes de mayo un acuerdo con el Gobierno argentino, por el que Aerolíneas, participada en un 96,4% por el grupo turístico español, elevara la participación del Ejecutivo de Kirchner hasta el 20%, y del 10%, por parte de los trabajadores. El 70% restante quedaría repartido entre Marsans y nuevos accionistas de empresas argentinas, cada uno con un 35%, a cambio de que el Gobierno de Cristina Kirchner permitiera un aumento de las tarifas de los billetes.
Realidad complicada en Argentina
No obstante, la realidad política actual de Argentina, que atraviesa por un momento de ruptura en el seno del Ejecutivo, invita a pensar que "el proceso de venta podría alargarse en el tiempo, ya que ahora mismo no somos una prioridad para el Gobierno", destacan fuentes del grupo. El Gobierno argentino, liderado por Cristina Kirchner, ha vuelto a recibir un golpe en el Senado, tras el voto en contra del vicepresidente del Gobierno y presidente del Senado, Julio Cobos, a la Ley de aranceles —cuya aprobación afectaría directamente a la exportación de productos como la soja, el trigo y el girasol, principales productos exportados por Argentina— . Este rechazo supone para muchos el inicio de la ruptura del Gobierno de Kirchner. De ahí que "el tema de Aerolíneas no sea primordial para el Ejecutivo y pueda alargarse en el tiempo", señalan fuentes de Marsans.










