En abril de este año empezaron las obras de sustitución de la cubierta antigua, compuesta por una aleación de aluminio y zinc, por una fotovoltaica parta reducir los gases de efecto invernadero. El presupuesto estimado ha sido de unos 2.5 millones de euros, que han sido financiado íntegramente por el palacio de congresos, siguiendo su política de autofinanciación.
La energía que suministren las placas solares servirán para autoalimentar el propio edificio y habrá un sobrante que irá destinado a la ciudad, por lo que supondrá un ingreso extraordinario para el palacio.








