Las tan frecuentes como ácidas controversias que se generan en estas comunidades virtuales hacia determinados proveedores, como es el caso de Quail Cruisses (fundada por Alfonso López al salir de Pullmantur), son erróneamente interpretadas por sus protagonistas.
La amenaza de emprender acciones judiciales, a la que tan propensos parecen ser precisamente los mas empresarios más heterodoxos, es tan innecesaria como estéril. Y pretender silenciar a una comunidad online o un blogger de viajes, mediante intentos de amedrentamiento o actitudes prepotentes, es un grave error.
Matar al mensajero no es nunca la solución de nada. Y los foros de viajes en Internet son, cada vez más, un medio de auditar la opinión de clientes finales y agentes respecto a los productos turísticos y sus proveedores.
Se equivocan de medio a medio quienes creen que, con la eficaz ayuda de Don Dinero, pueden limitar o condicionar la opinión de foreros y bloggers de viajes. Y más aún quienes, ya sea desde empresas o la prensa, consideran que pueden comprar o crear comunidades online a su medida. En el primer caso, aunque alguien logre que el titular de la URL le ceda el dominio de Internet y la gestión de la website, lo más probable es que los dueños áulicos del foro (los foreros) se marchen a otro sitio, dejando tan sólo un cascarón vacío. Y en el segundo caso, pretender crear una comunidad propia en la Red para ponerla al servicio de los intereses publicitarios de un medio de comunicación es una soberana estupidez.
El respeto a las comunidades virtuales y a los blogs no se demuestra, precisamente, con el desprecio a su imprescindible independencia. Es precisamente este espíritu, cuasi libertario, el principal rasgo de identidad de estos foros. Y quienes se empeñan en controlarlos (o poseerlos) derrochan su tiempo, su energía y su dinero.
La primera y comprensible tentación de cualquier proveedor del Sector que se ve criticado en un foro o un blog de viajes, es lograr que se borre lo publicado y no se hable nunca más de su empresa. El problema es que postear en un foro es lo más sencillo del mundo, por lo que cerrarle la boca es inviable. Por tanto, al margen de sus intereses, lo que ha de llevar al ánimo de los moderadores (que junto al administrador son los líderes de las comunidades en la Red) son los hechos. No se puede negar la evidencia, y menos aún en la Red. Y cuidado con lograr borrarse en un foro importante, ya que esto conlleva desaparecer.
Para bien de estas comunidades, se va imponiendo la tendencia hacia una moderación cada vez más rigurosa, que ponga coto a los francotiradores (a sueldo de un competidor o de sus propios anhelos y frustraciones) cuyo objetivo es insultar, agredir y difamar, casi siempre desde el cómodo anonimato que les ofrece la Red.
Pero en modo alguno cabe confundir la parte con el todo y, so pretexto de la existencia de indeseables, cuestionar en su conjunto este caudal de opinión e información, que son foros y bitácoras. Si a un crucerista se le avería un viejo barco una y otra vez y, además, maltrata a sus clientes, lo lógico es que se le ponga verde en las comunidades online y offline. Y pretender silenciar esto sería, además de querer ponerle puertas al campo, una injusticia, ya que sus clientes tienen derecho a saberlo.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.









