El proyecto de este palacio ha sido diseñado por los arquitectos José Selga y Lucía Cano, implicados también en la elaboración del proyecto el Palacio de Congresos de Badajoz, y su origen se remonta a un concurso de ideas convocado en 2005 por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. El palacio estará emplazado en la Avenida de Salamanca, en la zona de El Berrocal, en un solar de 11.338 metros cuadrados.
La primera piedra del edificio fue colocada en octubre de 2006 por el consejero de Cultura por aquel entonces, Francisco Muñoz, y la alcaldesa de Plasencia, Elia María Blanco, quienes aseguraron que en 2010 las obras habrían terminado. Finalmente, la construcción se alargará algo más, y la conclusión de esta segunda fase se prevé para el año 2011.
Durante la primera fase, que contó con un presupuesto de 6,7 millones de euros y que ya está totalmente acabada, se han realizado los trabajos de movimiento de tierras, cimentación y estructura referente al edificio completo, así como la ejecución de la sala de exposiciones y accesos.
Un palacio con forma de barco
Según aseguraba el arquitecto del proyecto, José Selgas, durante la primera fase de ejecución de las obras, "lo más llamativo del edificio no sería sólo su concepto interior, sino también la configuración externa, los atractivos volúmenes de su forma, su condición de pórtico entre la ciudad y el paisaje, sus contrastados colores o su carácter luminoso desde el interior, gracias al ‘eftén’, un ligero pero resistente material traslúcido que contribuye a forjar una imagen liviana" .
El Palacio de Congresos se ubicará en una superficie total de 11.388 metros cuadrados, y contará con una sala principal con posible apertura al exterior y con capacidad para 1.000 personas, una sala secundaria para 300 personas divisible en tres salas de congresos, salas de exposiciones de más de 1.000 metros cuadrados, cafetería, hall, zona de camerinos, zona de instalaciones y almacenes.
El edificio tendrá forma de barco, "como de nave fondeada en el muelle granítico del Berrocal, capaz de levar anclas en cualquier momento", según lo describían los responsables del diseño del recinto. Selgas insistía también en que el palacio estará "más abierto al paisaje que a la ciudad", ubicado en el límite entre ambos y a él se accederá, "como en un barco", por una pasarela en rampa color butano que da a un gran hueco o pórtico del mismo color, a modo de hall o mirador.









