Con esta iniciativa, el establecimiento ha llevado a cabo una remoledación del decorado de sus instalaciones sin modificar los servicios técnicos de los que dispone cada espacio. Los siete espacios han sido redecorados por cada uno de los artistas y diseñadores individualmente, y en algunos casos, por un equipo de varios diseñadores, como es el caso de la compañía Desing By us, Gubi o Hvass&Hannibal, quienes han creado, por ejemplo, espacios de entorno cambiante, gracias a la utilización de mamparas como esculturas, pudiéndose mover libremente al gusto de los clientes que celebren la reunión.
En cuanto a los demás artistas, destacan algunos como Erik Clausen, que ha tratado de crear "una sala de reuniones que conecte con los alrededores; que no esté aislada del mundo exterior, alejándome de las ‘celdas de aislamiento’ en las que en ocasiones se convierten estos espacios", según ha declarado el propio decorador.
Propuestas como las de Kontrapunt, otro artista danés implicado en el proyecto, han sido de las más llamativas. El diseñador quiso ponerse en la mente de la compañía para ver cuál es el mensaje que les gustaría comunicar. "Intentamos ver la sala de reuniones desde otro prisma y estudiar la integración de los sistemas funcionales en los salones, para provocar un diálogo entre los objetos, las palabras pintadas sobre las apredes y las personas que se encuentran en el espacio".










