Los bancos ya no se fían ni de ellos mismos. Después de un largo periodo de euforia financiera y de operaciones de alto riesgo, especialmente fuera de nuestras fronteras, la confianza interbancaria ha disminuido a mínimos históricos. Y si los bancos no se prestan entre ellos, como aseguraba el presidente de Vueling, Josep Piqué, en su intervención durante el Congreso de CEHAT, "se hace más complicado que aporten la liquidez necesaria a la tesorería de las empresas turísticas".
Sin embargo, los bancos españoles cuentan con una liquidez "brutal", puntualiza Piqué. La situación de la banca española es diferente a la de muchas entidades europea o norteamericanas, en parte porque su crecimiento se ha basado más en la economía real, que en la ingeniería financiera. Y es que tras la crisis de la banca industrial en los años 80, que condujo a la concentración en ese sector y al nacimiento de las grandes corporaciones que ahora existen, el Banco de España creó un Comité de Supervisión, precisamente para frenar estos excesos.
¿Entonces qué sucede?. Como señala el presidente de Vueling, "se trata de una crisis de confianza", pero si esta continúa, explica, "si a los proyectos sanos no se los financia, entonces el mercado muere" lamenta el ex ministro. Esta falta de liquidez está afectando al flujo de caja de hoteles independientes y cadenas hoteleras, y también a sus nuevos proyectos. Este es el caso de Room Mate. La joven cadena urbana surgida como un proyecto personal "por y para el cliente", según su presidente, Enrique Sarasola, está ‘viviendo en sus carnes’ la falta de financiación para su expansión internacional.
Participante también en el Congreso de CEHAT, Sarasola lamenta la "falta de sensibilidad" de las entidades bancarias. Especialmente tras la inyección económica del Estado "con dinero de todos", recuerda, pero que no "se traslada a los proyectos y empresas que realmente lo necesitan", afirma el empresario.
Competitividad, formación y reformas
Pero los problemas de la economía española no pasan sólo por la crisis financiera, como señalaban los ponentes, entre los que se encontraba el co-presidente de Barceló Hotels, Simón Pedro Barceló. En momentos como este es cuando salen a la luz las carencias endémicas de la economía española: Falta de competitividad exterior, tras depender excesivamente de la demanda interna; la bajo nivel de formación (tanto turística, como de los jóvenes en general, especialmente en idiomas) y la rigidez del mercado laboral español. Sin afrontar estos problemas con "carácter de Estado", y no con "políticas partidistas", recordaba Piqué, la situación va a tardar mucho más en normalizarse.
En cualquier caso, como afirmaba Barceló, la crisis no puede ser el pretexto para buscar rentabilidad a través de los precios. Mejorar los canales de comercialización, una política rígida de control de tesorería y la búsqueda de ofertas innovadoras, son las recetas de la cadena mallorquina para esperar a una recuperación "que sin duda vendrá", augura Barceló.











