La creación de un programa para impulsar la llegada de europeos jubilados a España es sin duda un paso inteligente. Sin embargo, la lógica indica que la iniciativa debe dirigirse hacia aquellos visitantes potenciales que, por medios tradicionales, nunca vendrían a nuestros destinos. Por este motivo, la iniciativa de la Administración central incluía precisamente a los países del Este de Europa. Pero ahora, el Govern Balear rechaza el proyecto piloto afirmando que sólo se dirige a los mercados tradicionales, como Alemania o Reino Unido. ¿Qué ha sucedido en el camino para llegar a esta falta de entendimiento?










