Desde el punto de vista del turoperador, habló la directora general de Catai Tours, Matilde Torres, que afirmó que el viaje de incentivo, además de "ofrecer infinitas posibilidades", se organiza "para vivir experiencias", unas experiencias que se crean a través de la realización de actividades. En este sentido indicó que "antes se viajaba para conocer el destino, ahora para vivirlo".
También quiso reflejar que el viaje de incentivo "tiene un poder motivador importante, supone un compromiso con la compañía y potencia las relaciones entre las personas". Para elegir el destinos, Torres comentó que se tienen en cuenta los atractivos turísticos, pero sobre todo, las experiencias que se pueden vivir en él.
Por otro lado, afirmó que la agencia de viajes es fundamental en la organización de un viaje de incentivo y contar con un turoperador también, ya que está especializado en ciertos destinos, como es el caso de Catai Tours, y "los conoce desde hace muchos años y su día a día", lo que le permite conocer de primera mano "los nuevos hoteles, las experiencias nuevas, etc.".
Por último, comentó ciertas tendencias que ya se están viendo en el mercado, como la organización de viajes a destinos más cortos. "No hace falta irse muy lejos para vivir experiencias; Europa es un gran destino turístico", señaló Torres.
El ‘travel manager’
Por su parte, el director de Compras del Grupo Altadis, Alberto Martín, habló desde el punto de vista del travel manager, señalando en primer lugar que en los viajes "hay que aplicar el sentido común". Martín comentó el modo de trabajo de Altadis en cuanto a los viajes, afirmando que hay que escuchar lo que quiere el demandante y en función de ello "fijar las necesidades para ver si lo hacemos nosotros o lo compramos".
Si se decide ‘comprar el viaje’, el siguiente paso es la elección de los partners, que tienen que tener muy claro que el objetivo del viaje de incentivo "es ofrecer algo que el cliente por sí solo no lo puede hacer". Por tanto, una vez elegido el partner, "es una extensión de nuestra empresa", que organiza todo el itinerario con las actividades.
Después vendría el viaje de prospección y, posteriormente, el propio viaje de incentivo "que tiene que ofrecer una experiencia gratificante al viajero". Además, añadió Martín, "a la agencia de viajes la pedimos que atienda a los viajeros, que tenga anticipación y control y que tenga capacidad de reacción". Por último, "hacemos una evaluación de todos los servicios del viaje".










