La crisis económica cambia las preferencias de los viajeros con más poder adquisitivo y ahora en vez de hacer safaris por África o estancias en resorts de lujo en las Islas Mauricio, realizan pequeñas escapadas. La primera prueba de este cambio de tendencia ha sido la campaña de Navidad y fin de año, en la que "algunos clientes que tenían contratado el viaje con mucha antelación lo han anulado" apunta el director general de la agencia de viajes Atlàntic Viatges, Francesc Escánez, "Pero la mayoría han optado por reservar sus vacaciones a última hora en vista de que la crisis no les ha cambiado su rutina diaria, ni sus ingresos”, aclara Escánez. A pesar de que es una buena noticia saber que no se reducen el número de reservas, los clientes "han recortado la duración del viaje y han elegido destinos más cercanos" señala el directivo, "pero al final han gastado proporcionalmente el mismo dinero", recalca. En este sentido, "nadie quiere renunciar al confort de los hoteles de más categoría ni a cenar en los mejores restaurantes", subraya Escánez.
Previsiones de cambio para el próximo año
En vistas al 2009, los expertos prevén que se mantenga en todos los países europeos la tendencia a realizar viajes de última hora y a destinos más cercanos, pero con el mismo nivel de lujo. "Somos conscientes de que nos espera un primer trimestre de año complicado" a pesar de ello, "esperamos que a partir de Semana Santa el mercado se reactive un poco más", apunta el director de Atlàntida Viatges.
Según Escánez, las previsiones para 2009 respecto a los viajes de empresa, son similares a las del 2008, pudiéndose producir incluso un ligero incremento de entre el 5% y el 10%. Sin embargo, también puntualiza que "ahora las empresas buscan vuelos más económicos (las low cost incluidas)" y que muchas de ellas "renuncian a viajar en clase Business en los vuelos europeos". En cambio, en los trayectos intercontinentales, "la demanda de plazas en Business y Primera continúa siendo muy elevada".
Los viajes de corta ditancia serán los más favorecidos para el próximo año, con un marcado incremento de hasta el 20%. Sin embargo, los de larga distancia son los que pueden salir más perjudicados, "pues pueden sufrir una reducción de hasta un 10% durante los primeros meses del año", aunque se confía en que "a partir de verano se compense este descenso inicial", apuntan desde Atlàntida Viatges. A pesar de que no se vaya a contar con un crecimiento de este tipo de viajes" sí se espera, como mínimo, poder mantener los porcentajes del 2008", aclara la agencia. En cuanto a las ‘lunas de miel’, Escánez lo ve como "un valor seguro" y añade que "los novios nunca renunciarán a viajar para celebrar este gran acontecimiento". El cambio se producirá en la duración media de los viajes y el presupuesto disponible, que "podrá influir en la elección del destino".









