La controversia surge en la XII Conferencia Iberoamericana de Ministros y Empresarios de Turismo CIMET 2009, a raíz de la primera intervención de los empresarios y líderes asociativos de la Hotelería en España, dirigida al ministro argentino, Carlos Enrique Meyer, por el director general del Grupo Fiesta Hotels, Abel Matutes, al que formuló la pregunta: "¿cómo puede afectar la nacionalización de la compañía aérea Aerolíneas Argentinas a los hoteleros españoles y a las inversiones de los mismos en Argentina y, sobre todo, a la confianza del inversor extranjero a la hora de invertir en el futuro en el país?".
Tras responder a las dos preguntas anteriores, el ministro de Turismo de Argentina dio cumplida contestación a la polémica cuestión. "Respecto a la pregunta referida a la nacionalización de la compañía aérea Aerolíneas Argentinas, debo informar que el sector de cabotaje es un sector clave para el país y no sólo desde el punto de vista turístico, sino también de la producción y de todo tipo de actividades". Dicho lo cual Carlos Enrique Meyer expuso que "la red y las distancias van de dos hasta cuatro horas y media desde la capital federal con la ciudad, por ejemplo, de Ushuailla, la ciudad más turística de nuestro país".
El transporte aéreo controlado por Aerolíneas Argentinas y Austral "es un sector clave y era muy importante la continuidad, sobre todo para el desarrollo turístico", apunta Meyer, revelando que "es por eso que a fin de julio se nacionalizó la compañía Aerolíneas Argentinas y, de 28 aeronaves que funcionaban en aquel momento, hoy están operando 44 aeronaves de la aerolínea". A esta capacidad, se añade "el crecimiento sostenido de LAN Argentina, la compañía de cabotaje Andes y dos regionales como Sol y Aerochaco".
Meyer llegó a calificar la flota operativa de Aerolíneas, "desde el punto de vista turístico", como "un cuello de botella que hemos tenido en la temporada 2007- 2008, en lo que al Turismo receptivo se refiere", argumentando que "a la falta de asientos de avión se ha visto, con estas incorporaciones y la mayor cantidad de aeronaves operando dentro del país, una mejor distribución y una mayor oferta de asientos dentro del sistema del cabotaje".
Gonzalo Pascual responde por alusiones
Ante la creciente expectación creada por la pregunta de Matutes y la respuesta de Meyer entre los más de dos centenares de empresarios participantes en la Conferencia, el ex propietario de Aerolíneas Argentinas y de Austral, Gonzalo Pascual, que ocupa un lugar destacado en la mesa presidencial de CIMET en su condición de presidente del Consejo Empresarial de Turismo de la CEOE, invoca a la organización la posibilidad de responder por alusiones. Una vez hubo concluido la Sesión de Ministros de Turismo de Iberoamérica (que es seguida por el tradicional coloquio abierto entre empresarios y ministros), le fue concedido a Pascual el uso de la palabra, que realiza en nombre del Grupo Marsans. Su socio (y copropietario de Aerolíneas), Gerardo Díaz Ferrán, que inauguró minutos antes CIMET acompañando al secretario de Estado de Turismo del Gobierno de España, Joan Mesquida, había abandonado la Conferencia antes del incidente.
"Yo no quiero ninguna polémica", dijo el ex propietario (al 50% con Díaz Ferrán) de Aerolíneas Argentinas y Austral, hasta su nacionalización por el Gobierno de Argentina, "ni era desde luego mi deseo intervenir, pero hay un refrán que dice que el que calla otorga, y yo no otorgo y, por tanto, no callo". Pascual giró la cabeza para dirigirse personalmente al ministro argentino, y le dijo: "Yo quiero decirte, Carlos Enrique Meyer, que te considero amigo, que te sigo y te seguiré considerando amigo, pero quisiera hacerte una matización, aunque considero legítimo que cualquier Estado pueda nacionalizar y quedarse con una compañía aérea o con lo que desee".
El empresario español reconoció que la nacionalización es un procedimiento "totalmente legítimo, y tan legítimo es, que por eso en un determinado momento firmé un acuerdo con el Gobierno nacional, con el ministro de Planificación y secretario de Transportes, para que no hubiera dudas, pues se ponía una valoración por parte del Estado argentino, otra valoración por parte nuestra y, si no había acuerdo, la valoración por un tercero".
"Por las razones que a mí se me escapan, aquello se cambió y salió una expropiación". El copropietario del Grupo Marsans añadió que "he intentado y sigo intentando [concluir este proceso], y digo hoy exactamente igual que lo que decía ayer: Argentina es un país que amo profundamente, es un gran país, pero como todos los países, tiene un lado más positivo y otro a lo mejor no tan positivo".
A partir de ahí, Pascual replica al dato ofrecido por Meyer, acerca del número de las aeronaves operativas que tenía Aerolíneas: "Simplemente quería matizar que, cuando has dicho, Carlos Enrique, que había 28 aviones, pues puede ser que tengas razón, en ese momento podía haber ésos", pero lo atribuye a las presiones y el boicoteo de los sindicatos" (que se realiza "en connivencia con otras instancias", que no identifica), lo que "fue una pinza hecha por determinados elementos sindicales, con las autorizaciones expresas o tácitas, para hacer un boicot a Aerolíneas y que, de alguna manera, se bloqueara la actividad de la compañía".
Este conflicto creado por los sindicatos "hacía que, teniendo cerca de 70 aviones, efectivamente muchas veces no pudieran volar más que unos pocos". Pascual reconoce que "precisamente eso fue lo que me llevó a tomar la decisión personal de llegar a un acuerdo con el Gobierno, acuerdo que sigo intentando, a pesar de todo".
Finalmente, el ex propietario de Aerolíneas manifiesta que "espero y deseo que, antes de la visita de la presidenta a España [que se produce en estos días], podamos alcanzar un acuerdo de mínimos". En tal caso, "yo estaría feliz, no quiero peleas con nadie, reconozco y vuelvo a repetir el derecho legítimo de cualquier Estado a tener en sus manos los bienes que tenga, y lo único que quiero es que el procedimiento sea el adecuado".
Pascual concluye reiterando que "no podía callar, y me permitirás Carlos Enrique, que simplemente haga esta matización", manifestando que "no tengo ningún rencor, no quiero nada, pero sí que espero que al final, como no puede ser de otra manera, llegue la paz y resplandezca la justicia".









