Por otra parte, el Índice de Situación intensifica su deterioro durante el primer trimestre y marca un nuevo mínimo de la serie, -35,1 puntos. Sin embargo, el Índice de Expectativas mejora, aunque se mantiene en niveles negativos. Pasa de -24,7 en el primer trimestre de 2009 a -20,1 en el segundo.
El empeoramiento que experimenta la confianza de las empresas en abril se debe principalmente a los indicadores de cifra de negocio e inversión, ya que el indicador de empleo se mantiene estable, aunque todavía en negativo, respecto a la encuesta de enero. La debilidad de la demanda se refleja en una cifra de negocio peor que en la encuesta anterior. Por otro lado, la coyuntura económica lleva a las empresas a reducir sus partidas destinadas a inversión porque la incertidumbre existente en este momento pone en duda la viabilidad de los proyectos. Además, los problemas para acceder a financiación ajena tampoco permiten a las compañías emprender procesos inversores con facilidad.
La debilidad de la demanda continúa siendo el factor que en mayor medida limita la actividad de las empresas, muy por encima de su media histórica, lo que refleja el intenso deterioro que se está produciendo en el consumo. Aumenta el porcentaje de compañías que indica que las dificultades de financiación son un elemento que dificulta la marcha de sus negocios. Este factor pasa a ser el segundo en importancia, superando al aumento de la competencia, que se mantiene muy por debajo de su media histórica.









