Entre las muchas falacias que justifican la campaña en contra de las Organizaciones empresariales representativas destacan tres. Primera: las Asociaciones no son representativas, cuando se sabe que el nivel de integración de las agencias en Asociaciones es elevadísimo. Segunda: la falta de unidad es la causa de los problemas del Sector, que además de falso, es condenar el proceso de unidad. Tercera: deben estructurarse desde las Comunidades autónomas, cuando la inmensa mayoría de estas Asociaciones, están integradas en las dos grandes Organizaciones de ámbito estatal.


