Los turoperadores y agencias de viaje de Portugal sufrirán un recorte del 8,2% en su actividad al término del presente ejercicio, hasta los 1.950 millones de euros, según los datos que se desprenden de un estudio sobre la evolución del mercado luso realizado por la consultora DBK. La caída viene motivada, según el citado informe, por aspectos como la disminución del gasto de los hogares en Turismo y ocio, el incremento de las ofertas y descuentos por parte de las empresas del Sector y la desfavorable evolución del Turismo de negocios.
A pesar de que la facturación de las agencias de viaje ha aumentado en 2008 un 3,4%, situándose en 2.125 millones de euros, el crecimiento ha estado muy por debajo del experimentado en 2007, año en el que se alcanzó una subida del 9,6%. Por su parte, los ingresos de las empresas mayoristas han alcanzado los 385 millones de euros, cifra un 2,7% superior a la de 2007, año en el que había tenido lugar un crecimiento del 5,9%. Los ingresos de los turoperadores registrarán este año, según la consultora, una caída similar, lo que dará lugar a una facturación de 355 millones de euros.
El sector portugués de turoperadores y agencias de viaje está integrado por cerca de 800 empresas, siendo algo más de 760 los operadores minoristas que cuentan con una red de unas 1.900 agencias en el territorio continental. El volumen de empleo generado se ha situado en 2008 en torno de los 6.000 trabajadores, lo que supone una plantilla media de unos tres empleados por establecimiento. El distrito de Lisboa concentra cerca del 35% del total de establecimientos, seguido de Oporto, con un 17%, y Faro, con el 10% del total.
Concentración empresarial
Los cinco primeros operadores minoristas -Grupo Espírito Santo Viagens, Viagens Abreu, Grupo Raso, Halcón Viagens, Tui Portugal y BCD Travel- reunieron una cuota de mercado conjunta del 41% en 2008. El contexto de creciente competencia entre las empresas turísticas, derivado de la caída de la demanda, se prevé que contribuya a intensificar a corto plazo el proceso de concentración de la oferta sectorial, produciéndose por un lado la desaparición de pequeñas y medianas agencias y por otro nuevas operaciones de compra de empresas promovidas por los grandes operadores.










