La aerolínea atribuyó este descenso al deterioro de los ingresos debido a la recesión económica y a la disminución del tráfico de negocios. A ésto se suma el efecto del precio del petróleo, con un impacto negativo de 430 millones de euros por la cobertura de combustible, de los cuales 179 millones correspondieron al segundo trimestre.
El beneficio operativo también fue negativo y registró unas pérdidas de 543 millones de euros, frente a un resultado positivo de 592 millones de euros registrado en el mismo periodo del año anterior. Igualmente, los ingresos cayeron un 19,9% en el primer semestre fiscal, hasta los 10.775 millones de euros, con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando facturó 13.445 millones de euros.











