Los enfrentamientos entre el movimiento opositor de los camisas rojas y el ejército tailandés, que se ha recrudecido en los últimos días, provocarán unas pérdidas para el Sector Turístico del país de unos 2.540 millones de euros en 2010. El Consejo de Turismo de Tailandia ha revisado hasta los 12.190 millones de euros su previsión de ingresos por este concepto, frente a los 14.730 millones estimados inicialmente. Asimismo, la tensión por las protestas antigubernamentales provocarán que el destino reciba entre 12 y 13 millones de visitantes, lo que implicaría un descenso superior al 8%.
Al respecto, el presidente del Consejo de Turismo del país, Kongkrit Hiranyakit, explica que "la violencia política ha afectado a toda la industria turística, incluyendo el segmento doméstico", y asegura que "muchos empresarios han tenido que liquidar sus negocios". Por su parte, el portavoz de la Federación de Asociaciones Turísticas de Tailandia (Fetta), Charoen Wangananond, considera que el impacto "será mucho más severo". Por ello, se "daría por satisfecho" si se alcanzan los 12 millones de turistas.
Más de una decena de países desaconsejan viajar al país
Según Wangananond, el tráfico de pasajeros en el aeropuerto de Bangkok ha descendido significativamente, pasando de recibir 30.000 viajeros a cerca de 20.000. Asimismo, apunta que las zonas turísticas del sur del país, como Phuket, Samui o Krabi, también han experimentado un descenso del número de llegadas, "ya que la imagen proyectada al exterior hace pensar erróneamente que los disturbios se producen en todo el país".
Más de una decena de países han asignado a Tailandia el máximo nivel de alerta, recomendando a sus viajeros que no viajen al país. Además de España, que "desaconseja absolutamente" visitar la zona, también han tomado medidas similares Alemania, China, Bélgica, Arabia Saudí y Nueva Zelanda, entro otros.
Ante esta situación, la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT, en sus siglas en inglés) y la Asociación de Viajes de Asia Pacífico (PATA, en sus siglas en inglés) están preparando un plan de recuperación para el Sector Turístico, que se pondrá en marcha una vez restablecida la normalidad en Bangkok. En este sentido, una delegación encabezada por el presidente de PATA, Hiran Cooray, se ha reunido con el responsable de TAT, Suraphon Svetasreni, a fin de trasladarle su "voluntad de contribuir a la recuperación". Por su parte, el consejero delegado de PATA, Greg Duffell, subraya que "viajar a Tailandia es seguro", y aclara que "la mayor parte de Bangkok continúa abierta para los viajeros, incluyendo los hoteles, las tiendas y los lugares de interés".
Por otra parte, el presidente de AEDAVE, José Manuel Maciñeiras, asegura que el país se verá "muy afectado" en todo su conjunto a lo largo de los próximos meses, aún cuando las actuales protestas se disipen, ya que "se ha creado una enorme sensación de inseguridad". Maciñeiras, que reconoce que "el miedo es el peor enemigo del Turismo", confirma que se ha producido una "lógica caída a cero de reservas" tanto a la capital como a otras zonas del país.









