El nuevo establecimiento de Ibiza se encuentra "oculto entre los campos de la región y alejado de los núcleos más visitados", aunque con la "singularidad" de tener acceso a la villa por una de sus entradas.
Además, el hotel se ha diseñado para recibir a un limitado número de visitantes, puesto que cada suite es para un máximo de tres o cuatro personas, y así garantizar una "atención personalizada y su disfrute privilegiado".
Entre sus instalaciones, el alojamiento cuenta con una suite spa, piscina climatizada y un jacuzzi, que los huéspedes pueden reservar de forma individual para acceder a sus tratamientos de alta calidad de forma privada.









