En su línea descendente, claro, que es como ha empezado el año. En enero, de nuevo el dato general y los vuelos nacionales y europeos registraron un descenso en sus reservas, que se pudo limitar a sólo un 1% en el global gracias a la recuperación de otros destinos. Los vuelos nacionales, siempre castigados por la recesión —y ahora también por el nuevo AVE Madrid-Valencia— registraron un descenso del 5%, quizás algo más moderado que en meses precedentes, pero indudable en su sentido. Los europeos, asimismo, vieron su producción reducida también en un 4%.


