Lo más inquietante es que las declaraciones de Gaspart se hicieron no como empresario hotelero (preside el Grupo HUSA), sino en su condición de presidente del Consejo de Turismo de CEOE. Por tanto, es la cúpula de nuestro Asociacionismo empresarial lo que está en cuestión.
Hace apenas unos días, Competencia ha resuelto otro de sus temidos expedientes condenando a una sanción de más de 900.000 euros a la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) por "restringir la libre competencia". La "dañina" práctica restrictiva del colectivo de perfumeros ha consistido en dar a conocer a sus asociados las tarifas de precios de mercado de los fabricantes de perfumes.
En el Turismo, Iberia y CAAVE (la extinta Cúpula asociativa de las agencias) fueron condenadas por pacto de precios a cuenta de la implantación de unos cargos de gestión uniformes (los fees) que, como es sabido, fueron impuestos al Sector por IATA en España y otros países. Apoyándose en las actas, cartas y documentos facilitados por el entonces secretario de CAAVE (y de AEDAVE) al Tribunal de Defensa de la Competencia, las Asociaciones han de hacer frente a fortísimas sanciones, que obligan a liquidar la Asociación de Mayoristas de Viajes Españolas (AMAVE), ponen en un brete a la Unión Catalana de Agencias de Viajes Emisoras (UCAVE), y abocarán a la desaparición a FEAAV y AEDAVE, obligadas a pagar sanciones de casi un millón de euros cada una.
Ahora, lo que parece, es que nada menos que el Consejo de Turismo de CEOE, a cuenta de una pretendida subida de precios de los hoteles españoles, es el que está en el punto de mira de Competencia. Sería un gravísimo error minimizar esta amenaza a la gran cúpula sectorial.
Y es que una cosa es sancionar a empresas y otra, muy distinta, a las Asociaciones. Ante todo, porque cualquiera que conozca el funcionamiento del Asociacionismo sabe que no es en el ámbito de las Asociaciones donde se pactan precios o se restringe la libre competencia. Pero, sobre todo, porque nuestra estructura asociativa, heredada de los sindicatos verticales de la Dictadura, es sumamente frágil. Y los expedientes de Competencia amenazan con destruir este endeble tejido asociativo, provocando un daño irreversible a la Economía española.
La propia CEOE, que evitó implicarse en la sanción del Tribunal al Sector (a cuenta de los fees), no puede eludir hoy la grave amenaza que, cual espada de Damocles, se cierne sobre su Consejo de Turismo. Por ejemplo, es urgente que la CEOE edite un catecismo de la Competencia para gerentes y directivos de Asociaciones, y haga un ejercicio de lobby al más alto nivel para evitar la liquidación de facto del Asociacionismo.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.










