El presidente y director ejecutivo de Dolce, Steven A. Rudnitsky, ha afirmado que el hotel, que empezará a construirse en breve y que se ha previsto se inaugure en otoño de 2012, ofrecerá sus servicios tanto a clientes de negocios como a personas que lo visiten por placer, proporcionando a los clientes de grupo un escenario para reuniones especializadas y convirtiéndose en un "lugar de encuentro irresistible y sofisticado" para personas que viven y trabajan en el centro de Indianápolis. El proyecto ha sido valorado en 115 millones de dólares.
El hotel contará con 16 salas de reuniones distribuidas a lo largo de una superficie de 1.400 metros cuadrados, que incluye una sala de reuniones en la azotea con vistas a la ciudad, todo ello certificado por la Asociación Internacional de Centros de Conferencias. Las instalaciones gastronómicas incluirán un restaurante con servicio completo, una brasserie de estilo americano y un lounge de 111 metros cuadrados con espectaculares vistas al skyline de la ciudad.
Rudnitsky ha afirmado que pretenden "crear ese sentimiento de calidez y acogida que el cliente individual y de grupo aprecia cuando llega a una ciudad". Buscan que la gente que viva y trabaje en Indianápolis "se sienta cómoda paseando y disfrutando en los elegantes salones y restaurantes".








