El efecto de las revueltas en los países árabes tuvo su inmediata traducción en el BSP de febrero, mes en el que se produjeron precisamente en los dos destinos más turísticos de la zona: Túnez y Egipto. En efecto, la producción internacional cayó en febrero. Para África se desplomó en nada menos que un 16% al hundirse los dos destinos más importantes. Aunque su peso es relativamente pequeño, todavía hizo que la producción bajara un 1% en febrero y se estancara en el acumulado de los dos meses.

