España y Francia lanzaron este proyecto en 2006, pero tras el acuerdo alcanzado el Sello de Patrimonio Europeo se convertirá ahora en una verdadera iniciativa comunitaria, lo que contribuirá a "mejorar su calidad, eficacia y garantizar su éxito a largo plazo", según recoge el acuerdo. "El sello tendrá mayor credibilidad, visibilidad y prestigio", ha asegurado la comisaria de Cultura, Androulla Vassiliou, que se ha mostrado convencida de que "animará a más gente, especialmente a los jóvenes, a pensar en la dimensión europea de nuestra historia compartida" y también será "bueno para el Turismo y la economía".
España cuenta en la actualidad con cuatro sitios con el Sello de Patrimonio Europeo: la Residencia de Estudiantes de Madrid, el Archivo de la Corona de Aragón, el Monasterio de Yuste y el Cabo Finisterre. Los Veintisiete podrán nominar hasta cuatro lugares para obtener el reconocimiento europeo entre 2013 y 2014, que tendrán que ser evaluados y aprobados por un jurado de expertos independientes que seleccionarán un máximo de un lugar por país. Los ministros han acordado que tanto monumentos, como conjuntos arqueológicos, así como emplazamientos urbanos o industriales, paisajes naturales o parajes naturales e incluso objetos puedan estar reconocidos con el sello.









