Con casi el 28% de llegadas en viaje organizado, el flujo turístico hacia destinos españoles ha crecido el 8,5% de enero a abril, lo que explica en parte el efecto Semana Santa, especialmente tardía y, en gran parte, por la crisis que viven los destinos competidores del Mediterráneo. La recuperación de los tres grandes mercados emisores de la Unión Europea, se pone de manifiesto en los incrementos de llegadas de británicos (42%), alemanes (15%) y franceses (11%), alentados por la combinación de la salida de la crisis y la seguridad que brindan los destinos españoles.

