Asimismo, "permitirá que las conclusiones finales que se alcancen sean trasladadas a las autoridades correspondientes". Por tanto, los objetivos de esta "convención" convocada por el Empresariado son, principalmente, llevar a cabo una gran acción de lobby a favor del Turismo ante los poderes públicos, al tiempo de reivindicar ante la sociedad la importancia de esta actividad.
Cumple así el Consejo Empresarial de Turismo con su razón de ser: influir ante los Gobiernos y la ciudadanía en defensa de los legítimos intereses generales del Sector Turístico. En suma, actuar como un lobby blanco a favor de todos, no sólo de unos pocos (generalmente muy grandes), a diferencia de los grupos de presión tradicionales.
El programa de la Cumbre —de una sola jornada— se dividirá en dos grandes bloques: el de la mañana, formado por reuniones de cada subsector, incluyendo la de agentes de viajes, y el de la tarde, en una gran sesión plenaria y de conclusiones.
De contenido netamente empresarial, el desarrollo y fines de la Cumbre responde a la estructura funcional de la CEOE. Son por tanto las Organizaciones empresariales, en su calidad de representantes del Empresariado, las responsables de escoger el temario, canalizar el debate y alcanzar las conclusiones. Si bien en esta ocasión se contará con la incorporación de lobbies (como Mesa del Turismo y Exceltur) y de algunas de las grandes empresas (en su mayoría integradas también en las Asociaciones) a la Comisión Permanente del Consejo de Turismo.
No será probablemente la Cumbre un evento multitudinario —a diferencia de los tres Congresos de Turismo, convocados por el Gobierno años atrás—, sino un encuentro del más alto nivel entre representantes empresariales, que reunirá a varios centenares de participantes, aunque abierto —eso sí— a todas las empresas turísticas que deseen asistir.
La presencia de personalidades de la vida política, tanto de España como de la Unión Europea, debe servir para trasladar a los gobernantes ideas-fuerza concretas, en defensa de los intereses sectoriales.
Pone así en valor la Cumbre el documento de prioridades que, a modo de hoja de ruta del Asociacionismo, ha ido concretando el Consejo de Turismo de CEOE bajo la presidencia de Joan Gaspart. Unos mandamientos consensuados entre todos, que van desde la necesidad de unidad de mercado hasta la conveniencia de un IVA sectorial reducido. Intereses generales —frente a intereses particulares— que han de ser trasladados a los gobernantes actuales y futuros, tanto del Gobierno central del Estado como de las Comunidades autónomas y en la Unión Europea, para que los defiendan y hagan suyos, en bien de nuestra primera industria.
La dureza de la crisis, que en los últimos meses se nota menos en el receptivo pero que se mantiene en el emisor, debiera servir de acicate a los empresarios para participar. Sin embargo, más que ante una multitudinaria concentración de empresarios, estamos ante una cumbre de sus representantes, cuyo objetivo pasa por poner el foco sobre los principales problemas del Sector Turístico e involucrar a los líderes políticos en la atención y solución de los mismos.
Es la Cumbre de todos y, por tanto, a todos interesa, pues su éxito será el de los intereses generales de nuestro Sector.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.









