De este modo, el aeropuerto Hahn, en las cercanías de Frankfurt y mayoritariamente ocupada por vuelos de Ryanair, ha visto decrecer en un 13,7% el número de pasajeros durante el primer semestre de 2011. Por el contrario, los aeropuertos holandeses más cercanos a la frontera con Alemania, como el de Maastricht o Eindhoven, se han beneficiado en un aumento del 72% y 30% de pasajeros, respectivamente. Ryanair ha sido una de las compañías aéreas más críticas con este nuevo impuesto, ya que el encarecimiento del billete ha supuesto una caída del 0,8% en los vuelos de ‘bajo coste’ alemanes.









