Uno de los inconvenientes para que Barcelona fuese elegida era su falta de conexiones aéreas internacionales directas, aunque la organización ha valorado su experiencia en organización de ferias, sus instalaciones, su red de transportes y su infraestructura hotelera, así como la colaboración público-privada.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ha destacado que la elección va a permitir "situar al país como una plataforma avanzada e innovadora que amplíe la proyección exterior". El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha subrayado que la elección "impulsará a Cataluña como polo de innovación", mientras que el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha celebrado que la elección de la ciudad es "un fuerte impulso para la imagen de marca de nuestra ciudad".
El presidente de Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet, ha declarado que la ciudad ha sido elegida por "la contribución de Barcelona, de sus instituciones y de manera específica de la Fira como coorganizadora" de las anteriores ediciones del congreso que se celebra en Barcelona desde el año 2006. El presidente de Turismo de Barcelona, Joan Gaspart, ha considerado que la elección de la capital catalana como organizadora del congreso de móviles "reforzará el calendario de congresos internacionales".
La designación aportará a Barcelona unos 3.500 millones de euros durante los siete años que va a celebrarse, según las estimaciones de la organización, y también supondrá que la Ciudad Condal acoja un centro de investigación sobre tecnologías móviles y la celebración de un festival cultural relacionado con las nuevas tecnologías.











