P.- ¿Está dispuesto a mantener el pulso a los pilotos hasta las últimas consecuencias?
R.- Ya lo he dicho: resistiré indefinidamente la huelga indefinida. Porque es injusta, porque está montada sobre falsedades y porque no se puede permitir que un grupo de privilegiados chantajee a una empresa de la que viven 25.000 trabajadores.
P.- El Sepla asegura que la dirección de Air Europa ha procedido a denunciar el actual convenio colectivo de pilotos. Según critican desde el sindicato, con esta denuncia se demuestra su intención de acabar con el convenio en pleno proceso de externalización de su producción hacia otras aerolíneas. ¿Qué hay de cierto en estas acusaciones?
R.- Lo mismo que en las razones para la huelga: nada. El convenio entre Air Europa y el Sepla se firmó en 2003. Y han pasado muchas cosas desde entonces en la compañía aérea, en España y en el mundo entero. La situación ha cambiado radicalmente, así que, como el convenio vence el 31 de diciembre, hemos decidido no prolongarlo y negociar uno nuevo.
P.- ¿Es necesario un cambio legislativo para acabar con las huelgas injustificadas?
R.- Es necesario un cambio con respecto a la ley de huelga y a los derechos que ésta concede a los sindicatos como el Sepla, capaces de paralizar todo un país.
P.- Se comenta que usted está decidido a impulsar un cambio radical en el transporte aéreo poniendo coto a estos colectivos, y que cuenta con el apoyo del Consejo de Turismo de CEOE. ¿Qué pretende hacer?
R.- Creo que el transporte aéreo ha ido cargando a lo largo de la historia con toda clase de abusos, que han hecho quebrar a las aerolíneas una tras otra. Las únicas que han aguantado han sido las que estaban subvencionadas por los Estados o los Gobiernos. Aún ahora, algunos Gobiernos están subvencionando a compañías aéreas extranjeras de ‘bajo coste’ en detrimento de las que hemos aguantado el tipo a pecho descubierto. Eso tiene que cambiar porque, si no, nos cargamos la aviación. Y la aviación es necesaria para que los países se relaciones entre sí. Sin la aviación no hay progreso posible.
P.- ¿Tendrá un gran impacto la huelga en los resultados de Air Europa?
R.- En donde no va a tener impacto es en las nóminas de los pilotos. Ellos siguen cobrando lo mismo, estén en huelga o no.
P.- ¿Cree que toda esta situación puede desembocar en despidos?
R.- Si las pérdidas se acumulan hasta comprometer al grupo en su conjunto, a lo mejor es necesario redimensionar la compañía aérea. Es una posibilidad, ciertamente.
P.- ¿Cuenta con el apoyo de parte del colectivo de pilotos?
R.- Me consta que hay pilotos que no ven con buenos ojos esta huelga. Me lo han dicho, y por escrito.
P.- ¿Qué opinión le merecen la actitud de los controladores aéreos?
R.- Las compañías aéreas somos víctimas del comportamiento de este colectivo. Cuanto más trabajen a reglamento y menos medios tengan, más tendremos nosotros que rodar y volar inútilmente. Y eso repercutirá en la puntualidad.
P.- ¿Cree que es admisible que un colectivo tan reducido pueda paralizar el transporte aéreo?
R.- Me parece inadmisible. Hasta ahora los gobiernos han transigido en todo porque no querían conflictos con gente que podía paralizar el país. Pero creo que ahora la situación ya es insostenible.
P.- ¿Cómo está afectando la subida del precio del combustible a Air Europa?
R.- Mucho. Hoy día es uno de los grandes problemas, no solo de Air Europa, sino de la aviación en general.
P.- ¿La venta de Air Europa sería positiva para Globalia?
R.- Globalia es un grupo especial, cohesionado, en el que las empresas se apoyan unas a otras. Por eso no sería imaginable una Globalia sin Air Europa.
P.- ¿Se ha planteado desprenderse de la compañía aérea?
R.- No.









