Air Nostrum y Ryanair son las compañías aéreas que más ayudas y fondos públicos han recibido entre 2007 y 2011 por parte de las Comunidades autónomas, según informa la Comisión Nacional de Competencia (CNC). Con estas actuaciones los Gobiernos regionales y entes públicos han buscado incrementar la afluencia de viajeros a determinados destinos.
El informe concreta que el total de los fondos públicos concedidos en el periodo 2007-2011 roza los 250 millones de euros, siendo el reparto "muy desigual" entre las administraciones del ámbito territorial de las distintas Comunidades autónomas y los diferentes aeropuertos indirectamente afectados, fundamentalmente de carácter regional. Además de estas dos aerolíneas, entre las principales receptoras de estos fondos también están Lagunair y Vueling.
Con ayudas inferiores a cinco millones de euros se encuentran Air Berlin, Air Europa, Spanair, Wizz Air y Easyjet. Por su parte, el resto de compañías aéreas que operan en España no llegan en ningún caso al millón de euros, según los datos de la CNC.
Desviación de la demanda
Según especifica el informe, se ha detectado una relación entre los fondos recibidos por numerosas aerolíneas de ‘bajo coste’ y su número de viajeros, lo que indica que, más que a la creación de empleo, estos fondos están contribuyendo a acentuar el proceso de desviación de la demanda desde las aerolíneas tradicionales a las low cost. Asimismo, muchos de los aeropuertos que se han visto más beneficiados a través de los fondos recibidos por las aerolíneas que operan en ellos han registrado una disminución de su tráfico de pasajeros muy superior a la de la media nacional, "a pesar del elevado volumen de dichos fondos", subraya Competencia.
El organismo advierte de que esta información plantea "dudas" acerca de la eficiencia "que se deriva de este tipo de actuaciones", en la medida en que contribuyen a crear o mantener rutas, aerolíneas e incluso aeropuertos "en los que la demanda autónoma es escasa o fuertemente decreciente". Según la CNC, también es necesario considerar el impacto negativo que, en determinadas circunstancias, "pueden tener sobre la competencia efectiva entre aeropuertos, rutas o aerolíneas económicamente rentables". Por último, se ha detectado que ninguna de estas ayudas públicas se ha notificado a la Comisión Europea, "como corresponde legalmente hacerlo cuando se supera una cuantía determinada".









