El director general y consejero delegado de IATA, Tony Tyler, asegura que la aplicación de la directiva Emmision Trading Scheme (ETS) podría costar a las aerolíneas unos 1.200 millones de euros en 2012, una cantidad equivalente a una cuarta parte de los beneficios previstos para la industria. Asimismo, advierte de que las compañías aéreas no podrán trasladar el coste de la ETS a los billetes de avión debido a la debilidad del mercado.
Tyler aclara que no ponen objeciones a la aplicación de medidas para combatir la contaminación, pero solicita a la UE que dé marcha atrás en esta "iniciativa unilateral" y llama a la cooperación con otros Estados. Mientras tanto, Bruselas sigue defendiendo que la ETS es "justa y necesaria" para combatir el crecimiento de las emisiones contaminantes.
En los mismos términos que Tyler se expresa el secretario general de la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA), Ulrich Schulte-Strathaus, quien insta a los líderes políticos a abordar esta directiva como una prioridad ambiental, en lugar de como una cuestión política. Además, aboga por instaurar una medida a nivel mundial.









