La primera comparecencia ante la opinión pública del nuevo ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, para hacer balance del año turístico, contó con la presencia de la cúpula de Exceltur, que asumió de facto la representación del empresariado sectorial. Durante el acto, dirigido expresamente a los medios de comunicación, los representantes del lobby turístico ocuparon la primera fila, recibiendo el reconocimiento público del ministro Soria "a los empresarios del Sector". Junto al recién nombrado director general de TurEspaña, Manuel Butler —situado en un extremo— el centro de la primera fila del auditorio fue ocupado por el presidente saliente del lobby, Sebastián Escarrer; el presidente entrante, Fernando Conte; el vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda; y el vicepresidente de Exceltur, José Gabriel Martín.
Ausencia de los representantes legítimos del Sector
Mientras que desde el propio ministerio afirman desconocer si los dirigentes empresariales fueron o no invitados por algún miembro de la Administración Turística del Estado, las principales Organizaciones empresariales del Sector Turístico brillaban por su ausencia en el acto, lo que fue objeto de comentarios de sorpresa entre representantes de varios medios de comunicación.
Al parecer, el Consejo de Turismo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) había salido reforzado como interlocutor único del Gobierno, tras incorporar a los lobbies Exceltur y Mesa del Turismo. Sin embargo, ni la Confederación Española de Agencias de Viajes y Turoperadores (CEAVyT) ni su presidente fueron invitados al acto, al igual que tampoco se convocó a la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), aunque al parecer se intentó contactar sin éxito con el teléfono móvil de su presidente, Joan Molas, en la noche de la víspera de la comparecencia del ministro, que tuvo lugar a primera hora del día siguiente, según fuentes consultadas por NEXOTUR. Por parte de la CEOE, el Consejo de Turismo tampoco tenía información alguna, y Joan Gaspart no fue convocado con tiempo suficiente para poder asistir.
Como es sabido, ante la conveniencia de que el empresariado sectorial contase con una sola voz y el reiterado requerimiento del Gobierno y la Oposición de contar con un único interlocutor del Sector Turístico, la CEOE invitó a Exceltur (y la Mesa del Turismo) a incorporarse al Consejo del Turismo. El Consejo creó una Comisión Permanente —que se reúne por separado del propio Consejo— de la que nombró vicepresidente el presidente de Exceltur (pese a que el presidente de CEHAT no tiene tal rango dada la condición de Gaspart de vicepresidente de la Confederación Española de Hoteleros), habiendo incorporado además a la Comisión al vicepresidente ejecutivo del lobby, a diferencia de sus homónimos de CEAVyT y CEHAT, que no pertenecen al órgano permanente del Consejo.
El objetivo de esta integración de los lobbies en torno al Consejo de Turismo de CEOE (y en su resolutiva Comisión Permanente) era, precisamente, que este órgano y su presidente fuese la voz unificada del Sector Turístico, esto es, el interlocutor único requerido por los Poderes Públicos y la Sociedad. Sin embargo, no parece que ello sea así, a la vista de las actuaciones del lobby.
Cabe recordar que, frente a la reducida representación del lobby de grandes empresas —en el que están presentes menos de un tercio de los establecimientos hoteleros o las agencias de viajes—, las Confederaciones Españolas de Hoteles y Agencias (CEHAT y CEAVyT) representan al Sector del alojamiento español, tanto hoteles independientes como cadenas hoteleras en más de 14.000 establecimientos, y en torno a 1.500 casas centrales de agencias de viajes, lo que les hace ostentar la condición de legítimos representantes de los intereses generales del Sector, frente a los intereses de este reducido lobby de grandes empresas.
La presencia de Exceltur en la primera comparecencia del ministro Soria, en contraste con la clamorosa ausencia de las Organizaciones empresariales, no hace más que evidenciar la pretensión de Exceltur de detentar ante la opinión pública una representatitividad que no ostenta, faltando así al pacto con CEOE, en virtud del cual se incorporaron al Consejo de Turismo y a su Comisión Permanente, y cuestionando en la práctica el papel y la función que corresponde a los legítimos representantes del Sector.









