En concreto, se trata de diez compañías aéreas comerciales, que representan menos del 1% de los informes de emisión y del 3% de las emisiones. Estos son los dos únicos países en los que se vulnera la normativa europea pese a que otros, como es el caso de Rusia o Estados Unidos, también se han mostrado en contra de la misma.
La aerolínea que vulneren la legislación europea corren el riesgo de sufrir una prohibición para operar en todo el territorio europeo, si bien la Comisión Europea aún no se ha pronunciado al respecto. ETS consiste en el establecimiento de un tope de emisiones de los aviones, obligando a aquellas aerolíneas que quieran superarlo a comprar nuevo permisos.









