Los 328 millones de euros de pérdidas de Thomas Cook (sólo en su primer semestre fiscal), que suponen casi un 60% más que las del año anterior, se suman a las del Grupo TUI, el otro gigante europeo, y están poniendo en un brete a los principales prescriptores del Turismo receptivo hacia España. Con sus aerolíneas acumulando pérdidas, mientras la mayoría de los mercados emisores hacen aguas, los titanes de la turoperación europea están inmersos en una permanente negociación con unos bancos muy poco receptivos, ante la urgente necesidad de refinanciar una deuda que no ha dejado de crecer.

