Aunque septiembre forma parte del verano, los meses claves (agosto y julio) no se verán afectados por esta mayor presión fiscal, que Bruselas impone a España a cambio de la recapitalización de las cajas de ahorro.
Gracias a la presión del Sector Turístico y ante la imposibilidad de hacer excepciones sectoriales, el Gobierno Rajoy opta por retrasar la aplicación de esta subida.
Un éxito al que, como siempre, le salen muchos padres. Sin embargo, el mérito de esta victoria (un tanto pírrica, ya que el objetivo inicial era que el Gobierno bajara el IVA al Turismo aplicándole el tipo superreducido), corresponde a tres personas y sus respectivas Organizaciones: Joan Molas (CEHAT), al frente de la Hotelería, que fue el primero en exigir al ministro Soria el cumplimiento del compromiso electoral de bajar el impuesto a hostelería y transportes. Joan Gaspart, que ha puesto en marcha el influyente aparato de la CEOE y unificado la presión sectorial en torno al Consejo de Turismo de CEOE y la Cumbre del Sector. Y, por supuesto, Abel Matutes, presidente de la Mesa del Turismo (y un lobby en sí mismo), que no dudó en poner el interés sectorial por encima de sus querencias políticas, presionando a su partido, el PP, para evitar el desastre.
Matutes, ex ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno Aznar, fue tres veces comisario europeo en Bruselas por el Grupo Popular, y artífice del Partido Popular. De ahí la importancia de que la voz de este importante empresario balear (propietario al 100% de la cadena vacacional Fiesta, y de la urbana Ayre al 50% con El Corte Inglés), se haya hecho oír entre sus pares del Gobierno. Y para ello no ha dudado en usar altavoces mediáticos como el telediario estrella de TeleMadrid, donde clamó contra la subida del IVA, calificándola como un "golpe mortal" al Turismo.
Un "compromiso inequívoco", que contrasta con quien, desde la gerencia del reducido lobby de grandes empresas, se deshacía en elogios al Gobierno Rajoy, mientras que las Organizaciones empresariales presionaban con el IVA, mezclando sus veleidades personales para medrar en política, con la defensa de los intereses de los grandes que pagan su abultado sueldo.
Se confirma así Matutes como un valioso "patrimonio sectorial" al servicio de todo el Sector Turístico. Un importante activo del empresariado que, desde la presidencia del veterano lobby Mesa del Turismo, ha vuelto a prestar un gran servicio al interés general.
En suma, Matutes vuelve a demostrar que es uno de los nuestros. Siempre dispuesto a poner su notable influencia y prestigio al servicio de los intereses del Sector. A quien el Turismo debe mucho. Y merecedor del agradecimiento y respeto de todos los empresarios.
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.









