"Hemos cumplido todos los compromisos con creces e incluso prorrogamos el primer plazo para dar más tiempo a la Comisión Nacional de la Competencia (CNC)". Así lo ha manifestado el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, en una rueda de prensa convocada para explicar por qué se ha truncado la operación de compra de Orizonia, en la que invirtieron 21 millones de euros. En ella, ha reiterado que "el principal culpable de lo ocurrido es la Ley de Defensa de la Competencia, que necesita una tramitación de urgencia que evite que una sociedad con dificultades y con comprador acabe solicitando el concurso".
Hidalgo ha defendido que "el levantamiento de la suspensión", que habría permitido a Globalia hacerse con el control de Orizonia sin conocer las condiciones de CNC, "no se podía aceptar porque habría puesto en riesgo a nuestro propio grupo". Asimismo, explica que "pensábamos que CNC nos iba a pedir que adelgazásemos el grupo donde tuviéramos más dominio", pero "nunca esperábamos que esto se dilatase tanto en el tiempo". Además, reitera que "la quita de los bancos estaba supeditada a la decisión de CNC".
Un ‘riesgo muy serio’ de que se tumbase la operación
En este sentido, el director jurídico de Globalia, Ramiro Campos, subraya que la decisión de Competencia de "pasar a segunda fase de análisis la operación implicaba un riesgo muy serio" de que no saliese adelante. "¿Qué ocurriría con Globalia entonces? ¿Quién le devolvería los 60 millones?", se pregunta el directivo. Por tanto, sentencia que "la culpa es del legislador, que no pensó que tras la época de bonanza económica llegaría una crisis". Además, detalla que Globalia se comprometió a "asumir las condiciones de CNC, siempre y cuando tuviese la certeza de que la operación se aceptase, pero la ley no permite esta posibilidad".
Según afirma Hidalgo, "Globalia no es beneficiario" de la caída de Orizonia, que podría solicitar en cuestión de días el concurso de acreedores, "sino que somos un perjudicado más". Así, señala que "la operación era importante para nosotros y para los planes de crecimiento de Globalia". Además, destaca que "hemos sido transparentes ante los dueños de Orizonia y ante las autoridades".
Agradece el apoyo del Gobierno
Por otra parte, Hidalgo asegura que "no hay interés" por más divisiones además de Luabay, marca hotelera adquirida por Globalia en el inicio de la operación. Sobre esta marca, confirma que "ya hemos pagado la nómina a sus 700 empleados" y que "su cúpula directiva se incorporará el próximo lunes a nuestra sede".
Otro aspecto que ha destacado ha sido el apoyo del Gobierno. Al respecto, asegura que "ha hecho todo lo posible para que la operación saliese adelante", confirmando que "cuatro ministros y el propio presidente veían bien la operación".
El propietario del grupo turístico también ha aprovechado su intervención para "desmentir las informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación en las que se aseguraba que las navieras y los hoteles nos tienen en prepago". En este sentido, subraya que "Globalia es un grupo solvente y transparente" y que "la reestructuración" que están llevando a cabo les permitirá ahorrar más de 50 millones de euros.










