El establecimiento sevillano está convencido que lo ideal son hoteles con ‘personalidad variable’, que garanticen que el verdadero protagonista es la empresa o producto, y que el lugar elegido se convierta en un entorno que lo enfatice y ofrezca todas las instalaciones para crear un ecosistema para la marca.
Bajo la tendencia ‘lienzo en blanco’, el Barceló Renacimiento ofrece sus instalaciones como una superficie sobre la que la empresa puede ‘pintar’ y personalizar el espacio hasta allí donde quiera llegar. La versatilidad del hotel ofrece un punto de partida aséptico, que no condiciona a la marca, y de este modo garante de ausencia de interferencias y distracciones en torno al que debe ser el protagonista. "Permite a las empresas ‘hacer suyo’ el hotel, con el empaque que ofrece un establecimiento líder en el Sector", afirman desde el establecimiento. "Incluso la fuente de entrada al hotel está disponible para su personalización", añaden
Espacios polivalentes llenos de luz natural
Las instalaciones del Barceló Renacimiento son espacios inundados por la luz natural, donde cualquier proyecto comercial o empresarial, como convenciones, presentaciones o congresos, pueden encontrar su localización a medida.
El hotel cuenta con 5.000 metros cuadrados de superficie para reuniones distribuidas en 25 salas, incluyendo dos atrios con techos técnicos y el Centro de Convenciones Gran Sevilla con unas dimensiones que lo hacen absolutamente polivalente: 1.024 metros cuadrados, seis metros de altura mínima y panelable en tres salas completamente independientes. Un espacio que permite adaptarse a la personalidad de cada empresa o institución. Además, hay 830 metros cuadrados de zona acristalada, que garantizan luz natural y vistas al río Guadalquivir.











