El citado estudio fue el primer informe publicado en España centrado en analizar el sector del turismo rural desde el punto de vista (hábitos y tendencias) del viajero, ya sea rural o no rural.
La Radiografía del Viajero Rural 2013 de Toprural recoge, además, que el 82% de los españoles ha modificado sus vacaciones por la crisis, frente al 67% que reconoció que la situación económica había afectado a la época estival en la anterior edición del informe. Así, del 82% que reconoce haber cambiado, el 28% afirma que ha viajado menos días, el 22% ha buscado un alojamiento económico, el 16% ha reducido el gasto en actividades y un 9% ha elegido un destino más cercano.
Disminuye la frecuencia y estancia media
A pesar de la crisis, el 45% de los viajeros rurales afirma haber mantenido sus escapadas. Un 19% incluso ha viajado más veces que el año anterior. Sin embargo, uno de los datos más llamativos del informe es que el 35% de los viajeros afirma haber reducido su número de escapadas, 11 puntos porcentuales más que en la pasada edición del informe, donde el 24% afirmaba la reducción en el número de viajes rurales.
Respecto a la frecuencia y la estancia media de los viajes rurales, en 2013 ha disminuido, pasando de tres a dos salidas al año y de tres a dos noches de media. Además, tres de cada cuatro viajeros rurales aluden directamente a cuestiones económicas para explicar la reducción del número de viajes rurales al año.
Precio y otros factores
El precio es el factor que más importa a los turistas rurales de cara a decantarse por una casa u hotel rural. Así, el 76% de los viajeros considera que es decisivo a la hora de la elección final del alojamiento. El 58% de los viajeros rurales considera que el turismo rural es barato, frente a un 37% que lo considera caro, cifra que se ve incrementada en 7 puntos porcentuales respecto a la edición anterior. En 2013, los viajeros rurales han gastado una media de 59€ por persona y día en el alojamiento frente a los 42 euros que afirmaban gastarse en la anterior edición del informe, probablemente debido al encarecimiento de los alojamientos por la subida del IVA.
En su mayoría urbanitas y procedentes de grandes ciudades, los viajeros rurales afirman practicar este turismo sobre todo en pareja (59%), en familia (45%) y en menor medida con amigos (32%). Por otra parte, los viajeros optan por este tipo de turismo para evadirse los fines de semana (71%) y puentes (46%).
En cuanto a los motivos que llevan al viajero a elegir un determinado destino, destacan la naturaleza y el entorno (para el 23% de los viajeros) y la recomendación de amigos (para el 16% de los turistas rurales), como lo más relevante.
Respecto al método de búsqueda del alojamiento rural, Internet es el medio más utilizado por la mayoría de los viajeros (84%). Además, una de las novedades en esta edición es que por primera vez la mayoría de los viajeros rurales se decanta por la reserva online (60%).
El 95% de los viajeros rurales afirma buscar información del lugar antes de realizar su viaje. Respecto al tipo de información que los viajeros demandan sobre el destino elegido es: lugares de interés (74%) y rutas (60%).
El 43% de los encuestados afirma no haberse hospedado en un alojamiento rural en el último año. Como causas principales, un 37% apunta a cuestiones económicas personales (frente al 27% que aludía a esta causa en la pasada edición del informe), otro 26% porque prefiere otro tipo de turismo, un 18% porque considera que el turismo rural es caro y otro 18% porque cuenta con una vivienda vacacional propia. Sin embargo, según recoge el informe, 9 de cada 10 viajeros no rurales se plantean practicar este tipo de turismo en el futuro. Y para ello, el 51% de los no viajeros rurales afirma que el turismo rural tendría que contar con mejores precios y el 47% considera que crear y aplicar ofertas especiales le llevaría a convertirse en turista rural.









