El Parlamento Europeo entiende que la propuesta de revisión de la Directiva de Viajes Combinados, aprobada el pasado julio por la Comisión Europea, no tiene un alcance «lo suficientemente amplio». Pide que la venta de servicios sueltos «cumplan con unos requisitos mínimos» y que las agencias no sean responsables en caso de quiebra de una aerolínea, entre otras cuestiones. En el caso concreto de insolvencias de transportes, aboga por exigir pruebas de solvencia financiera que demuestren su capacidad para hacer frente a reembolsos y repatriaciones.


