La guerra abierta entre el propietario de Gowaii, Javier Díaz, con sus socios de Wamos, que se ha hecho llegar arteramente a la Prensa económica para incrementar el daño a la solvencia del antagonista (sin medir las graves consecuencias para el conjunto del Empresariado sectorial), es causa de indignación generalizada por la pésima imagen que ello ofrece del Sector Turístico. Una de las consecuencias más negativas de esta pelea mediática es el uso continuado de mentiras como arma arrojadiza —para defender intereses personales— que han sido transmitidas a la opinión pública sectorial por aquellos medios que no permiten que la realidad les estropee un buen titular. ¿Hasta cuándo este todo vale de Internet, que permite instrumentalizar la Red por aquellos que manipulan a su antojo la libertad de información?

