La Comisión Europa ya lo había ordenado en el año 2012
La Comisión Europea investigó este caso con anterioridad y en el año 2012 concluyó que la aplicación de una tarifa inferior constituía una ayuda de Estado incompatible con el mercado interior. Por consiguiente ordenó lo mismo que ahora ratifica el TUE, la devolución de lo que las líneas aéreas se habían ahorrado.
Air Lingus y Ryanair, dos de las beneficiarias de dichas subvenciones, interpusieron ante el Tribunal General de la Unión Europea un recurso que en 2015 anuló parcialmente la sentencia de la Comisión. Dicho organismo argumentaba que no se había podido demostrar que las aerolíneas se habían beneficiado de estas ventajas.
Esta sentencia fue recurrida por la Comisión ante el TUE, que pone fin a la disputa legal y falla en contra de las compañías aéreas. En su sentencia especifica que deben devolver el dinero «con independencia del beneficio que hayan obtenido de la ayuda».









