Otros elementos con los que es fácil conseguir «que los huéspedes se sientan como en casa pudiendo vivir su entorno como lo haría un vecino de toda la vida». Por supuesto, sorprender con detalles también cuenta, según Hostmaker.
Una estrategia sin beneficio directo
Crear la experiencia para el huésped no supone un beneficio directo para el propietario, pero sí influye de modo decisivo en que el turista realice una buena reseña del piso, haciendo que éste se reposicione y aparezca entre los mejores de la zona en Airbnb.
Así, Hostmaker recomienda invertir en un sofá cama por distintos motivos: desde la flexibilidad que brinda a anfitriones y huéspedes hasta el incremento de los beneficios para el propietario en términos económicos.
Y es que la tarifa media diaria de un piso de dos habitaciones con sofá cama sube unos 10 euros por noche al ofrecer más plazas de alojamiento. De acuerdo con el portfolio de Hostmaker, el 82% de los apartamentos de un dormitorio que ofrecen sofá cama acogen más de dos huéspedes por reserva.
Así pues, adquirir un sofá cama resulta una decisión acertada a medio y largo plazo. Suponiendo que pueda costar al propietario alrededor de 750 euros, y calculando sobre una
media de ocupación del 80%, el sofá cama estaría amortizado a los tres meses, consiguiendo un retorno de la inversión de hasta un 265% anual.
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