La previsión de la mayoría de analistas económicos de que la evolución del consumo en 2011 será similar a la del actual, es un jarro de agua fría para un Sector como el de las agencias, necesitado de buenas noticias. El excepcional ajuste de las agencias empieza a llegar al límite. Su capacidad de resistencia está demostrando ser extraordinaria, pero el difícil acceso al crédito no está siendo avalado por las propias empresas, sino por sus propietarios. Y el riesgo asumido está en función de una recuperación de las ventas que no parece factible a corto, e incluso a medio plazo. Y 2011 será la prueba de fuego.


